Nos mueve la inhumación directa al suelo y volver a la tierra compostando el cuerpo humano fallecido

Principios

En todo cementerio natural o verde se cumplen cinco principios básicos que conforman la filosofía de este tipo de instalaciones funerarias en los países donde se ha implantado.

1

Prohibido embalsamar con formaldehído y otras sustancias químicas. Cuando se entierra sin formaldehído u otros productos conservantes, el cuerpo se descompondrá naturalmente, cumpliendo el precepto intemporal de «tierra a la tierra».

Si hay necesidad de reparar ciertos rasgos particulares en el cuerpo debe ser con productos naturales. Se puede preparar un rostro sin vida con lociones y ceras no lesivas para el medio ambiente y ofrecer a la vez una visión digna si así lo desean los familiares.

2

Inhumar en la tierra desnuda. Los restos mortales se colocan dentro de un féretro de materiales biodegradables (cartón, fibras vegetales, etc.) envuelto con un sudario tejido con fibras naturales biodegradables y luego se entierran directamente en la fosa cavada en el suelo a poca profundidad.

Alrededor y encima la fosa sólo hay tierra natural y no se coloca encima de la misma ningún ornamento no degradable, tampoco lápidas de piedra.

El cementerio natural está concebido como un lugar para recordar a los difuntos disueltos en la naturaleza, lejos del almacén de despojos humanos en tumbas de cemento. Es por tanto en su entorno natural que recordamos la memoria del ser querido.

3

Restaurar y conservar el entorno. A los pocos meses de haber completado un entierro verde, la superficie de cada tumba se restaura con plantas autóctonas locales. El cementerio natural tiene la consideración de lugar sagrado o memorial por la naturaleza que acoge.

Los cementerios verdes disponen de una red de senderos para caminar y de algún banco ocasional, ubicado de manera óptima en el conjunto del lugar memorial.

El operador del cementerio verde para el entierro verde se compromete a que el sitio nunca será reutilizado para otros fines y el ecosistema natural será protegido, a perpetuidad.

El estatuto de protección del medio natural de un cementerio verde es a su vez la mejor garantía para conservar los paisajes de nuestro entorno.

4

Honrar a la tierra. En un cementerio natural el recuerdo del difunto enterrado no lo atestigua una lápida sino la vivencia que han gozado los familiares al permitir que su ser querido honre a la tierra con sus despojos mortales.

En los entierros verdes la memoria del difunto queda impregnada en la belleza y la biodiversidad del cementerio natural.

La idea del cementerio natural es que la esencia del cuerpo del difunto se incorpora a la fertilidad y los ciclos naturales del lugar. El mejor tributo es dar vida (gracias al proceso de la descomposición del cuerpo) a la Vida.

5

La tierra es de todos. El entierro en un cementerio verde exige una planificación de parte del gestor con el fin que siempre haya espacios en los que ya no quedan restos mortales.

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